Este curso me ha resultado sumamente interesante, ya que recupera la importancia del constructivismo como teoría del aprendizaje que coloca al estudiante en el centro de la escena educativa. El profesor que se posiciona en esa teoría promueve, alienta y estimula al estudiante a "ir por más"; que sea protagonista, que resuelva o presente modos de resolver problemas, que pueda crear...
En ese proceso, la tecnología ocupa un rol central. Como profesora, no puedo dejar a mis estudiantes al margen de los cambios tecnológicos. Es necesario adentrarlos en las discusiones, en la indagación de las nuevas herramientas para que puedan desarrollar un pensamiento crítico que les permita analizar la información de manera criteriosa, reconociendo fuentes certeras.
Para enseñar con tecnologías y que las prácticas de enseñanza generen compromiso, tengan fuerza moral y epistemológica, es necesaria la formación docente permanente, fundamentalmente en las nuevas alfabetizaciones y lenguajes que se desarrollan con cada aplicación, plataforma o red social. También es necesario conocer acerca de los intereses de nuestros estudiantes, cuáles son sus pasatiempos, sus gustos, preferencias.
No para convertirnos, como docentes, en “influencers”, sino para comprender las lógicas de interacción actuales y abrir diversas puertas al conocimiento.
